La pyme española pierde competitividad y productividad durante el primer trimestre de 2024 por la caída de ventas, el incremento de asalariados y la subida de los costes operativos y laborales, según el Indicador CEPYME del primer trimestre de 2024.

Tras la pandemia, solo se han recuperado las ventas de las compañías medianas, mientras que las de las firmas pequeñas son ligeramente menores a las del primer trimestre de 2019. Sin embargo, el número de asalariados de las pymes se incrementó un 2,7% interanual. Este crecimiento, por encima de las ventas, se refleja en que la productividad continúa en descenso.

Y es que la productividad de las pymes españolas ha disminuido durante cinco trimestres consecutivos en cómputo interanual. Medida como el volumen medio de ventas por empleado, la productividad retrocedió un 3,3% en primer trimestre de 2024 frente al mismo periodo del año anterior y es un 2,8% inferior a la de idéntico periodo de 2019, año pre-pandemia.

Precisamente una de las consecuencias de la pérdida de productividad es que se incrementa el coste laboral total de las pymes, que creció un 4,7% interanual. En los últimos tres años, los costes laborales crecieron un 21,7% en las empresas pequeñas y un 15,9% en las medianas. El aumento interanual de los costes laborales tuvo una mayor magnitud en las empresas pequeñas que en las medianas.

En cuanto a los costes operativos de las pymes, en este primer trimestre de 2024 fueron un 22,5% superiores a los del mismo período de 2021. Para las pequeñas empresas, el incremento acumulado en los últimos tres años es mayor (23,8%) que para las compañías medianas (19,8%).

Este conjunto de factores ha producido una pérdida de Solvencia empresarial, y el primer trimestre de 2024 registró 2.577 concursos de pymes y personas con actividad económica. Es el dato más alto desde el primer trimestre de 2013. Con relación al mismo período del año pasado, el incremento fue del 47,9%. Del total de concursos, 1.054 correspondieron a autónomos (+26,6% interanual), 1.479 a empresas pequeñas (+67,3%) y los restantes 44 a compañías medianas (+69,1%).

En definitiva, la pérdida de competitividad de las pymes españolas las sitúa entre las menos rentables de la Unión Europea. Los últimos datos anuales disponibles, correspondientes a 2022, señalan que, mientras la rentabilidad sobre ventas de las empresas pequeñas es, por ejemplo, del 13,6% en Bélgica, del 8,8% en Portugal y del 7,2% en Francia, en España se sitúa en el 6,1%. Nuestro país solo se coloca por delante de Italia (5,9%) y Croacia (4,2%).

EL ABSENTISMO, UN PROBLEMA ENDÉMICO DE LA EMPRESA ESPAÑOLA

Otro de los factores determinantes en esta pérdida de competitividad de la empresa española es el absentismo. Según el último informe de Randstad, la tasa de absentismo se situó en el 6,5% de las horas pactadas en el cuarto trimestre de 2023, lo que significa que 1,4 millones de personas no acudieron a su puesto de trabajo de promedio diario.

Aunque las causas del absentismo son diversas, las más frecuentes son las enfermedades comunes, los accidentes de trabajo, los problemas de salud mental y la conciliación familiar y laboral, y entre los sectores que concentran un mayor absentismo en España destacan la industria, con un 6,8% del total de horas pactadas, seguida del sector servicios (6,6%) y la construcción (5,3%), según Randstad.