Tendencias en decoración para restaurantes: conoce las principales de la mano de IKEA

Un mundo que retoma su ritmo frenético tras varios años de pandemia. Una sociedad ávida de compartir momentos y experiencias. El horizonte de un planeta en crisis climática que busca refugio en lo natural y que demanda una recuperación sostenible. Un entorno inestable más agitado y con menos certezas y seguridades. Éstas son algunas de las claves que regirán este 2023 y que afectarán a nuestra manera de vivir en comunidad y a los espacios que demandamos.

No parece que este panorama nos empuje a seguir una tendencia limpia, clara y única. En el tablero se mueven actualmente varias tendencias muy interesantes que parecen competir pero que responden a las diferentes necesidades del sector. Vamos a comenzar a adentrarnos en las diferentes tendencias intentando responder alguna de las preguntas que pueden surgir si estás pensando en emprender un negocio en el sector de la restauración ¿Cómo decido qué tendencia transmite mejor mi idea de negocio? ¿Cómo sé que lo que elijo no pasará de moda rápidamente? Para ayudarte a responderlas vamos a intentar conocerlas mejor.

El minimalismo cálido que vimos irrumpir con fuerza hace unos años continúa marcando el ritmo de la tendencia. Pero tampoco es inocua a los cambios que estamos experimentando. Vemos aquí a los interioristas más centrados que nunca en la calidad de los materiales y acabados y en la autenticidad. Hemos visto en los últimos meses desarrollarse impresionantes ejemplos de una sencillez abrumadora en la que los cementos y los estucos fusionan arquitectura y escultura. Esta corriente se fusiona, además, con el creciente interés de todos por la sostenibilidad. El mundo ha cambiado y ya no hay tendencia que pueda soslayar esta cuestión. Ésta es una de las tendencias que da más alas a los diseñadores para introducir nuevos materiales más sostenibles, acabados e instalaciones más eficientes.  Y también para recuperar materiales y técnicas tradicionales que se abandonaron en post de la industria y para abaratar costes, que vuelven con fuerza de la mano de la sostenibilidad.

De la mano, precisamente, de esta nueva mirada a lo tradicional y lo vernáculo, los interioristas hace tiempo que pusieron su ojo en una tendencia que este año también veremos con mucha intensidad en nuestros bares y restaurantes. Se trata del Wabi-Sabi, toda una filosofía estética japonesa en torno a la belleza de lo imperfecto y que veremos muy ligada a una palabra que no puede ser más relevante en este 2023: la artesanía. Lo tradicional, lo local y lo manual está de moda. Estamos asistiendo a un auténtico boom de las artes tradicionales y sí, cuando ya sabemos que este año el foco estará puesto en la calidad y la autenticidad y que la sostenibilidad será telón de fondo de todos los proyectos que se hagan a partir de ahora, los artesanos serán nuestros mejores amigos. Su producto aúna tradición, sostenibilidad, singularidad y exclusividad. No hay dos productos iguales y aquí la imperfección se convierte en el sello de autenticidad.

Pero si lo que se busca es huir del minimalismo y volver a espacios más elegantes y sofisticados, aunque parezca contradictorio, también hay corrientes más decorativas en tendencia. En este sentido el siglo XX está de moda. Hace unos años ya que asistimos a un revival sobre todo de los años 50 a los 70. Este año nos volcamos especialmente en los 70. La elegancia, las formas orgánicas y de nuevo el acento en la calidad y la autenticidad son las claves de este estilo que está arrasando en el sector Horeca. Pero este “nuevo vintage” no es una copia exacta de aquella década. La sobriedad de los 50 se fusiona con este estilo para aportarle, además, la severidad y la paleta tenue, moderada y oscura que parece predominar este 2023. Y es que los tonos predominantes se oscurecen este año. El horizonte de la crisis y la nueva realidad post-pandemia parece mover la tendencia hacia lo sobrio, lo austero y lo decadente.

Dentro de este panorama, debemos saber que habrá elementos trasversales que veremos en muchos de los interiores de los próximos años:

La biofilia ha venido para quedarse. La era postpandemia nos ha hecho valorar mucho más los espacios abiertos y la conexión con la naturaleza. El concepto abierto y la conexión interior-exterior serán un must en la restauración del futuro y también la presencia de vegetación. Ya sea integrada en un estilo minimal, natural y sostenible o como aporte exótico de un elegante interior de aire mid century, la presencia de naturaleza viva es una tendencia creciente.

Y aunque no lo aconsejaría llevar al exceso y pueda parecer contradictorio con todo lo anterior, es imposible en la era digital no hablar del interiorismo experiencial o espacio “Instagrameable”. En una era en la que todo se comparte y se viraliza, hemos comprobado como en los últimos años muchos locales han comenzado a desplegar instalaciones complejas donde el neón, el metacrilato, los contrastes fuertes de colores muy ácidos y el maximalismo y la extravagancia en los elementos decorativos son clave. Suele ir de la mano con temáticas concretas, espectáculos en vivo y cartas también fuera de lo común.  ¿El objetivo? Sacar al cliente de su zona de confort, impulsarle a compartir lo que ve en redes sociales y convertirse en el “local de moda”. ¿El riesgo? Exige realizar una fuerte inversión y quedar rápidamente fuera de la tendencia no sería nada extraño. Mi consejo es seguir estas tendencias con moderación o utilizar el concepto en una parte del local a modo de gancho.

Y si se quiere ir a lo seguro en los próximos años, el estilo minimalista cálido combinado con toques wabi-shabi se convierte en el mayor aliado del empresario de la restauración que quiera estar a la última pero le preocupe quedarse rápidamente fuera de la tendencia. No es de extrañar que fuera así porque, en los últimos años, es habitual observar tendencias que aparecen y desaparecen al ritmo de una estrella fugaz y no siempre es sencillo detectar qué pasará en pocos meses y qué ha venido para quedarse. Por ello, una envolvente minimalista, neutra y de calidad, eficiente y consciente del medioambiente, es ideal como marco al que luego ir aplicando las distintas tendencias, siempre de la mano de la artesanía, la calidad y sin perder de vista lo local. De esta manera podremos estar a la última en los próximos años sin perder calidad ni desmarcarnos de la tendencia.